1. Selección y Cría de los Cerdos
La elaboración comienza con la selección de cerdos de raza ibérica pura. Estos cerdos son criados en libertad en las dehesas, un ecosistema único compuesto principalmente por encinas y alcornoques, donde se alimentan de bellotas durante la montanera, el período que va desde octubre hasta marzo.
2. Alimentación durante la Montanera
Durante la montanera, los cerdos se alimentan casi exclusivamente de bellotas, además de hierbas y otros recursos naturales del campo. Esta alimentación es clave para el desarrollo de las características organolépticas del jamón, aportándole un sabor y una textura únicos.
3. Sacrificio y Refrigeración
Tras alcanzar el peso óptimo, los cerdos son sacrificados. Las patas traseras se seleccionan para convertirse en jamón y son sometidas a un proceso de refrigeración para bajar gradualmente su temperatura, un paso crucial para preservar sus cualidades.
4. Salazón
Las piezas son cubiertas con sal marina, lo que permite deshidratar la carne y conservarla. El tiempo de permanencia en la sal depende del peso de la pieza y las condiciones climáticas, pero suele ser de unos 14 días.