Veintiún mil hectáreas, ni una más, ni una menos. Tenemos la inmensa suerte de disfrutar de 21000 hectáreas en el corazón de la dehesa extremeña. Allí, cada uno de nuestros cerdos ibéricos dispone entre 2 y 3 hectáreas para pastar libremente en un entorno natural privilegiado, alimentándose de las bellotas de nuestras encinas y alcornoques.